Así dice el Señor:
Clama a mí, y yo te responderé.
Este texto es conocido como el número de teléfono de Dios, Jeremías 33:3 «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces».
Se lo conoce así, porque Dios nos ha dejado como mandamiento el modo en el que debemos conectarnos con Él, y sencillamente es clamándole, y Él nos responderá. Es una poderosa promesa.
«Clama a Dios»
"Encarnación: Ciudad de Dios"