Algunos dicen que no tenemos razón para imitar a otros, pues somos únicos y como tales, pues debemos salvaguardar nuestra identidad, pues lo que nos hace únicos, e irrepetibles, es justamente lo que más valor tiene para nuestras vidas. Otros dice, que podemos buscar modelos de vida, Mandela, Gandhi y otros, que justamente dejaron algún legado importante, y es por ello, que sería sabio seguir sus pasos.
Pero la realidad es que al único que debemos imitar, es a Dios, dado que Él es amor, y siendo así, pues tendremos la mejor versión de nosotros mismos.
EFESIOS 5:1-2
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.