¿Podrías estar tratando de llevar la carga de Dios? Si es así, ¡esa es una receta para la frustración!
La Biblia revela una división de responsabilidades sobre cómo manejar nuestro dinero. En pocas palabras, Dios tiene un papel y nosotros tenemos un papel. La gran noticia es que Dios ha asumido el trabajo pesado y nos da roles apropiados para nuestro diseño. Mira lo siguiente:
1. Dios es el dueño.
Muchos versículos (Salmos 24:1, Levítico 27:30, Deuteronomio 10:14) confirman esta verdad y proporcionan la base para que le entreguemos el señorío de todas nuestras posesiones.
2. Dios está en control.
Él tiene el control de todas las cosas, incluso de los eventos difíciles. Nos aclara esto en Isaías 45:6–7 NVI cuando dice: “Yo soy el Señor, y no hay ningún otro. Yo formo la luz y creo las tinieblas, traigo bienestar y creo calamidad; Yo, el Señor, hago todas estas cosas.”
3. Dios usa circunstancias difíciles para amorosamente:
· Cumplir Sus intenciones.
· Desarrollar nuestro carácter.
· Guiarnos hacia Su camino.
En pocas palabras, Él es el jefe, ¡y es muy cariñoso! Puede usted relajarse completamente y estar en paz sabiendo que Su amoroso Padre celestial tiene el control de cada situación que enfrentará. Utilizará cada uno de ellos para un buen propósito, incluyendo los relacionados con sus finanzas.
4. Dios es nuestro proveedor.
Aunque Dios requiere que trabajemos, Él promete suplir nuestras necesidades
(Filipenses 4:19).
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (RVR 60)
Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta. (TLA)
En resumen: Dios es el Dueño, Dios tiene el control, Dios es mi Proveedor.
Fuente: https://www.bible.com/es-ES/reading-plans/24472/day/2
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