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domingo, 24 de marzo de 2024

Clama a Dios

 La comunicación es algo innato del ser humano, y también necesario. Imagina que estás con varias personas en un mismo lugar, muchas de ellas tus amigos, familia, conocidos y no se hablan. 

Al no hablarse, al no comunicarse, resulta como si cada uno estuviera en su mundo, ignorando al otro. 

Sin embargo, eso nunca ocurre. Donde hay más de dos personas, siempre habrá una comunicación fluida, más si son amigos. 

Pues lo mismo ocurre con nuestra relación con Dios. Cuando más amigos somos de Dios, más queremos perseverar en la oración. La oración es hablar con Dios. 

Muchos quizás malinterpretan lo que significa orar. Jesús dijo cuando ores, entra en tu cuarto y cerrada la puerta ora a tu Padre y claramente esa es la mejor manera de tener una gran relación íntima con Dios, pero no es la única. El Apóstol Pablo además nos enseñó que debemos orar sin cesar, esto es, continuamente, en todo momento, perseverando en la oración, velando en ella, con acción de gracias. 

Damos gracias por todo, dado que ese agradecimiento sincero abre las puertas de las bendiciones.

Que bueno es hablar con Dios en todo momento.

3 BENEFICIOS DE ORAR SIEMPRE

La oración es una práctica sana y valiosa, pues te mantiene en contacto y relacionado con Dios. Se trata de una forma de comunicación extraordinaria, y no en vano dice en Hebreos 4:16, que nos acerquemos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Veamos 3 beneficios de orar siempre, de perseverar en la oración

1. Conexión espiritual: La oración permite establecer una conexión con algo más grande que nosotros mismos, lo que puede brindar paz interior, fortaleza y un sentido de propósito en la vida.

2. Bienestar emocional: Se ha demostrado que la oración puede reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. También puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, la autoestima y la calidad del sueño. En Mateo 6:6 leemos: 

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

3. Crecimiento personal: La oración puede ser una herramienta valiosa para el crecimiento personal. Al reflexionar sobre nuestras vidas y valores, podemos obtener una mayor claridad y dirección.

Otros beneficios potenciales:

  • Fortalecimiento de las relaciones: Orar por los demás puede fortalecer nuestras relaciones con ellos y fomentar un sentimiento de compasión y empatía.
  • Aumento de la gratitud: La oración puede ayudarnos a apreciar las cosas buenas en nuestras vidas y cultivar una actitud de gratitud.
  • Manejo de situaciones difíciles: La oración puede brindar consuelo y apoyo en momentos difíciles, ayudándonos a enfrentar los desafíos con mayor fortaleza.

Es importante recordar que la oración es un proceso personal y no hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Lo más importante es que sea sincero y auténtico en su comunicación con Dios.

La oración puede ser una herramienta poderosa para el bienestar emocional, el crecimiento personal y la conexión espiritual. Si está abierto a sus posibilidades, la oración puede enriquecer su vida de muchas maneras.

CLAMA A MÍ Y YO TE RESPONDERÉ

Dios nos ama tanto que está pronto a ayudarnos, a acudir a nuestro auxilio, su palabra así lo dice y su promesa es fiel. Leemos en Jeremías 33:3

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Hay una invitación: "Clama a mí, y yo te responderé". Dios anhela que sus hijos se comuniquen con él. No se trata de una oración ritualista o vacía, sino de un clamor sincero del corazón. Dios mismo te invita. No es necesario intercesores u otra persona, no necesitas de un ritual ni nada parecido. Es solo dejar el corazón en manos de quien verdaderamente te ama y te responderá.

Recuerda, esta invitación está cargada de amor, amor del bueno.

Promesa: "Te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Dios promete revelar conocimiento y sabiduría a quienes lo buscan con sinceridad. Esta sabiduría va más allá del entendimiento humano y puede transformar nuestras vidas. Esto es profundo, porque normalmente las personas clamamos o rogamos cuando estamos desesperados, sin salidas, cuando ya hemos probado todo y nada sale como queríamos. Entonces, ya no nos queda otra cosa y allí recién clamamos a Dios. Pues, Él ya pensó en esto, en que recién cuando renunciamos a nuestra autosuficiencia lo buscaríamos, y por eso dice, "te enseñaré cosas grandes", te enseñaré la salida a tu problema, te mostraré cuál es el fin, cuál es la razón de todo esto, te demostraré que más importante que todo es mi amor. "Cosas ocultas" que por nuestra ignorancia desconocemos, que por nuestra ansiedad o desesperación no vemos, pero cuando nos centramos en buscar a Dios, nos calmamos, respiramos y clamamos a Él, Él mismo nos muestra la salida a cualquier dificultada. La promesa es real y fiel es Dios. 

Profundizando en el significado:

"Clama a mí": La palabra hebrea utilizada para "clamar" significa "llamar con fuerza" o "gritar". Esto enfatiza la intensidad y la urgencia con la que Dios desea que lo busquemos.

"Te responderé": Dios se compromete a responder a aquellos que lo claman con fe. Su respuesta puede venir de diversas formas, como a través de la Biblia, la oración, la naturaleza o incluso otras personas.

"Te enseñaré cosas grandes y ocultas": Dios tiene un conocimiento infinito y está dispuesto a compartirlo con aquellos que lo buscan. Esta sabiduría puede incluir revelaciones sobre su plan para el futuro, su carácter o su creación.

"Que tú no conoces": Esta frase reconoce que el conocimiento de Dios es superior al entendimiento humano. Solo a través de su gracia podemos acceder a esta sabiduría divina.

En resumen, Jeremías 33:3 es un mensaje de esperanza y aliento. Dios nos invita a buscarlo con todo nuestro corazón, prometiéndonos responder con sabiduría y conocimiento que pueden transformar nuestras vidas.

¿Cómo podemos aplicar este mensaje en nuestras vidas?

Dedica tiempo a la oración: Establece un tiempo cada día para hablar con Dios en oración. Puedes expresar tus necesidades, anhelos y agradecimientos con sinceridad.

Lee la Biblia: La Biblia es la fuente principal de la revelación de Dios. Lee y medita en sus palabras para recibir su sabiduría y guía.

Busca la sabiduría de Dios en todas las áreas de tu vida: No limites la oración a momentos específicos. Busca la guía de Dios en tus decisiones diarias, relaciones y desafíos.

Confía en las promesas de Dios: Dios es fiel y cumplirá sus promesas a aquellos que lo buscan con fe. Cree que te responderá y te dará la sabiduría que necesitas.

Jeremías 33:3 nos recuerda que Dios siempre está dispuesto a escucharnos y guiarnos. Al buscarlo con sinceridad, podemos experimentar una relación profunda y transformadora con él.


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