Todo me es lícito, pero no todo conviene
📖 "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." (1 Corintios 10:23, RVR60)
En esta poderosa enseñanza, el apóstol Pablo nos invita a reflexionar sobre la libertad cristiana y la responsabilidad que conlleva. Si bien en Cristo tenemos libertad, esta no debe ser utilizada para satisfacer nuestros propios deseos, sino para glorificar a Dios y edificar a los demás.
Libertad en Cristo: ¿Qué significa?
Cuando Pablo dice "todo me es lícito", se refiere a la libertad que los creyentes tienen en Cristo. Ya no estamos bajo la ley del Antiguo Testamento de manera legalista, sino bajo la gracia (Romanos 6:14). Esta libertad es un regalo precioso, pero requiere madurez y discernimiento.
La verdadera libertad en Cristo no significa hacer lo que queremos sin considerar las consecuencias. Al contrario, significa ser libres del pecado, del egoísmo y de todo aquello que nos aleja de Dios. Gálatas 5:13 nos recuerda:
📖 "Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros."
¿Qué conviene y qué edifica?
Pablo establece un principio importante: no todo lo que podemos hacer nos beneficia espiritualmente. Algunas acciones, aunque no sean pecaminosas en sí mismas, pueden no ser constructivas para nuestra vida o para la vida de otros.
- Lo que conviene: Son aquellas cosas que nos acercan a Dios, fortalecen nuestra fe y nos ayudan a vivir conforme a su voluntad.
- Lo que edifica: Se refiere a aquello que edifica nuestra vida espiritual y también a lo que construye y anima a otros en la fe.
Una pregunta clave que podemos hacernos antes de tomar una decisión es: ¿Esto me ayudará a crecer espiritualmente? ¿Edificará a los demás?
Viviendo con responsabilidad espiritual
La libertad sin responsabilidad puede convertirse en libertinaje. Pablo nos anima a no ser piedra de tropiezo para los demás (1 Corintios 8:9). Nuestras acciones no solo tienen un impacto en nuestra vida, sino también en aquellos que nos rodean.
📖 "No se preocupen solo por su propio bien. Preocupense por el bien de los demás." (1 Corintios 10:24, NTV)
Esto significa ser sensibles a las convicciones y debilidades de otros hermanos en la fe. No todo se trata de "yo tengo el derecho", sino de "¿cómo puedo servir y amar mejor a los demás?".
El propósito mayor: La Gloria de Dios
El versículo culmina en un llamado a hacer todo para la gloria de Dios:
📖 "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios." (1 Corintios 10:31)
Nuestro objetivo final no es simplemente disfrutar de nuestra libertad, sino vivir de una manera que honre al Señor en cada aspecto de nuestra vida.
♥ Conclusión ♥
Aunque todo nos es lícito, no todo nos conviene ni todo edifica. Que usemos nuestra libertad en Cristo con sabiduría, buscando siempre lo que glorifica a Dios y edifica a los demás.
🙏 Oración: Señor, dame sabiduría para usar mi libertad con responsabilidad. Que mis acciones siempre te honren y traigan bendición a los que me rodean. Amén.
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