Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche. (Salmos 1:1-2)
Dios bendice a quienes aman su palabra y quienes alegres la estudian día y noche. Estar anclados en la Palabra es la manera más efectiva de pasar las tormentas. La palabra de Dios tiene que ser el pan diario, y no un pastel en ocasiones especiales
«Dios bendice al que ama su palabra»
La sabiduría
"Encarnación: Ciudad de Dios"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario